“Ha escogido Dios lo pequeño del mundo, para confundir a los
sabios. Ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir a los fuertes… para que ningún mortal se gloríe en la
presencia de Dios” (1ª
Corintios 1, 27)
Con
calma, sin prisas,... Abre tus ojos,.. abre tu mente,...
sobre
todo abre tu interior para comprender lo que nos enseña este maravilloso hecho.
Los
más pequeños y débiles nos enseñan mucho, pues tienen un GRAN CORAZÓN ¡!!
Hace
algunos años, en las “olimpiadas paralímpicas” para personas con discapacidad, en Seattle, nueve
participantes, todos con deficiencia mental, se alinearon para la salida de la
carrera de los cien metros lisos.
A la
señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de si, terminar la
carrera y ganar el premio.
Todos,
excepto un muchacho, que tropezó en el piso, cayó
rodando, y comenzó a llorar...
Los
otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron
el paso y miraron hacia atrás.
Vieron
al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron... ¡Todos!
Una
de las muchachas, con síndrome de Down,
se arrodilló, le dio un beso y le dijo: "Listo, ahora vas a
ganar"....
Y
todos, los nueve competidores, entrelazaron los brazos y
CAMINARON JUNTOS hasta la línea de meta.
El
estadio entero se puso de pie y en ese momento no
había un solo par de ojos sin lágrimas. Los aplausos, durante largos
minutos, llegaron hasta las estrellas.
Las personas que estaban allí aquél día, repiten y repiten esa
historia ejemplar infinidad de veces.
¿Por
qué? ...
Porque
en el fondo, todos sabemos que lo IMPORTANTE
EN ESTA VIDA, MÁS QUE GANAR, ES AYUDAR A LOS DEMÁS PARA VENCER, aunque ello signifique
disminuir el paso y cambiar el rumbo.
Porque
el verdadero sentido de esta vida es que …
EL TRIUNFO LLEGUE A TODOS, QUE TODOS
JUNTOS GANEMOS.
ORACIÓN: Señor, muchas veces valoramos a las personas por sus triunfos
deportivos, por el dinero que ganan, por lo guapos que son, por las cosas que
tienen,… y nos olvidamos que la AUTENTICA RIQUEZA ESTÁ EN EL INTERIOR. Los más pequeños y débiles, los ancianos y
enfermos, los disminuidos ¡¡nos enseñan
tantas cosas!!! ¡¡qué corazón tan
especial y grande tienen!!! enséñanos a
aprender de ellos, pues desde su debilidad nos muestras tu grandeza y misericordia.
Amén.
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