“…nuestros días declinan, como un suspiro consumimos nuestros
años. La mayor parte son trabajo y vanidad, pasan presto y nosotros nos
volamos. ¡¡Enséñanos a contar nuestros días para que entre la sabiduría en
nuestro corazón” {del Salmo 90}
El premio nobel de literatura, García Márquez, en
uno de sus escritos, reflexionando sobre la vida, y sobre la muerte que se
acerca tan callando. Escribió así: “Dios
mío, si yo tuviera un trozo de vida… No dejaría pasar un solo día sin decir a
la gente que quiero,…¡¡que la quiero!!. Convencería a cada persona de que es mi
favorita y,… ¡¡viviría enamorado del
Amor!!.
A las personas que nos rodean: familia, amigos,
compañeros,… a aquellos que realmente queremos, ¿sabemos decirles de vez en
cuando, de manera cordial y sencilla: TE QUIERO?. ¿Sabemos expresar nuestros
sentimientos, nuestro corazón, con sencillez y ternura hacia los que de verdad
queremos?. A veces nos gustaría ser más cercanos y somos distantes, más cálidos
y somos fríos. Tenemos un poco arrugado el corazón, ¡¡qué pena!!
No podemos caer en la sensiblería ni la pesadez,
pero creo que debemos aprender a EXPRESAR EL CORAZÓN, pues al final de la vida,
¿qué será lo importante?. La vida pasa, tu y yo, vamos pasando. Aprendamos a
decir TE QUIERO, aprendamos a vivir con Amor y Alegría.
ORACIÓN: Aquí estamos, Señor, de nuevo
ante ti, para que nos enseñes a vivir la vida con más corazón, con más cercanía y sentimiento hacia las personas que
de verdad queremos: familia, amigos, compañeros,… expresándoles de vez en
cuando, con sencillez y cordialidad que las queremos. Que sepamos poner más corazón,
queriendo
y dejándonos querer, ayudando y dejándonos ayudar. Al final
todo pasa, y todo queda, como dijo un poeta, pasemos dejando nuestra huella de
amor por el mundo. Amén.
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