El 30 de Enero hemos celebrado un año más la JORNADA ESCOLAR DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ, y en un mundo tan
machacado por la pandemia y la violencia es importante darnos cuenta de la importancia de
EDUCAR PARA LA PAZ Y LA FRATERNIDAD. El papa Francisco se encuentra estos días, Febrero 2023, de viaje en África y desde allí nos recuerda la importancia de trabajar por la Paz.
Con el relato
de Caín y Abel la Biblia nos enseña que desde el origen de la humanidad el
hombre ha sido violento y cruel con sus hermanos. La historia de la humanidad es una historia de
guerras en los diferentes lugares del mundo. ¡¡Qué sentimiento tan triste y
doloroso!!!
Creemos en un
Dios-Padre que nos ha hecho hijos suyos, y todos somos hermanos, pero a pesar
de ello la violencia, el terrorismo, el dolor de las enfermedades, las migraciones, el odio por motivos políticos, étnicos,
religiosos, culturales,… siempre ha estado presente.
Si queremos
hacer un mundo más pacífico y fraterno, debemos EDUCAR PARA LA TOLERANCIA, PARA
LA PAZ y LA FRATERNIDAD. Todos los seres
humanos somos hermanos ¡!!!
Dios nos ha
creado como hijos suyos, y nos ha regalado el planeta Tierra para COMPARTIR,
para AYUARNOS, para SER FELICES Y HACER FELICES A LOS QUE NOS RODEAN.
Cuando vemos
tantas víctimas de la pandemia, de guerras y violencias, tantos refugiados, tanto odio en el
mundo, se hace urgente y prioritario EDUCAR PARA LA PAZ Y LA FRATERNIDAD.
SEÑOR, al celebrar esta jornada de EDUCACIÓN PARA LA PAZ te pedimos
por nuestro mundo herido y dolorido, donde tantas personas, muchísimos de ellos
inocentes, son víctimas.
Señor, ayúdanos a trabajar con generosidad y esfuerzo por la Paz y
Fraternidad. La educación de los niños y
jóvenes creemos que es fundamental y prioritaria para conseguir la paz, la solidaridad, la ayuda mutua. Enséñanos a saber hacerlo, de tal forma que
quede grabado en ellos el deseo de tolerancia, justicia, paz, solidaridad y fraternidad.
Señor, envíanos tu Espíritu Santo para que nos ayude, y transforme el corazón
del mundo. Que los seres humanos aprendamos a vivir como hermanos e hijos de
Dios-Padre que nos quiere a todos y desea que seamos fraternalmente felices
ahora y siempre. Amén.