“Bendito sea Dios y Padre de N.S.
Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clases de bendiciones por medio de
Cristo; más aún, nos ha elegido, antes de la creación del mundo PARA SER SANTOS en su
presencia, en el Amor” [Efesios 1,
3-4]
Tal vez pensemos que se refiere
a los santos más o menos conocidos, pero todos estamos llamados a la santidad. A pasar por la vida siendo buenas personas, echando una mano aquí, otra allá, queriendo a los que nos rodean, especialmente a los más débiles, según las enseñanzas de Jesús, amando a
Dios y amando al prójimo.
En este mundo nuestro hay muchas
violencias, egoísmos, guerras, robos, engaños,….
Pero, ¿acaso faltan muchas
personas buenas que pasan haciendo el bien, queriendo y ayudando a los demás de
verdad, de corazón?. ¡¡He aquí los santos!!
También nosotros estamos llamados a la santidad,
llamados a sumarnos a las personas buenas. ¿Cómo desea Dios que vivamos la
vida?. Dios nos ha creado para la
santidad, dicho de otra manera, nos ha dado la vida para ser felices y hacer felices a los
que nos rodean. Dios quiere que lo pasemos bien, eso sí, obrando
bien y haciendo el bien a todo el mundo.
Al final de la vida el Señor nos va a preguntar sobre el Amor, es decir, si hemos
pasado por la vida amando a Dios,
rezándole, llevándole en nuestro corazón. Y amando al prójimo: queriendo, ayudando, consolando, animando,…
poniendo el amor más en las obras que en las palabras. ¡¡Qué hermosa es la
vida, si se vive con amor, generosidad y santidad!!!. Más aún, viviendo así,
estamos llamados a vivir una Vida Nueva y Eterna junto a Dios.
ORACIÓN: Señor, hazme caer en la cuenta que estoy llamado a ser santo y feliz, como dice San Pablo, tu Padre Dios nos ha
creado a los seres humanos para ser
santos practicando el bien. Que yo, y todos nosotros, aprendamos a pasarlo
bien, pero haciendo siempre el bien, construyendo un mundo justo y fraterno
según el Evangelio. Estoy llamado a la santidad, llamado a ser feliz y a hacer felices a
los que me rodean, ayudando y amando de corazón. Que esta felicidad se haga eterna en una Vida Nueva junto a
ti, Señor, y con todas las personas buenas que pasaron por este mundo. Señor
Jesús, ayúdame, ayúdanos a ser buenos y felices, a ser santos. Amén. Así sea.