
Muchas veces vivimos agobiados
por el trabajo, las reuniones, los compromisos sociales,… ¿cuánto tiempo
dedicamos a lo que se ama o debería amar?.
Apenas compartimos con nuestros seres más queridos, rara vez decimos a
una persona, que de verdad queremos, con cariño y un gran abrazo: TE QUIERO, TE QUIERO MUCHO.
Debemos EDUCAR LA INTERIORIDAD, nuestro espíritu, nuestros miedos y egoísmos, nuestras ilusiones y
esperanzas, para así relacionarnos desde
dentro, desde el corazón. Una persona
puede tener muchos estudios, ser sumamente erudito y muy competente en su
profesión, puede incluso ser famoso, muy admirado, puede ser un gran
deportista, puede tener gran poder político o económico, etc. ¿De qué le sirve si es mala persona, si tiene
un corazón egoísta, soberbio, incapaz de amar?
ORACIÓN:
Señor Jesús, enséñanos a tener SENSIBILIDAD ESPIRITUAL para descubrir tu mensaje en todas las cosas: en el aire que respiramos, en la sonrisa de las personas, en el alimento que tomamos, en el paisaje que contemplamos,... Todo tiene un mensaje tuyo, pero muchas veces con las prisas y agobios no tenemos tiempo para escuchar, para disfrutar, para sentir y saborear internamente tu presencia resucitada y resucitadora. Señor Jesús, que no nos dejemos arrastrar por el mundanal ruido, por las contaminaciones ambiental, acústica, ecológica, laboral,... Que aprendamos a descubrir que el Padre-Dios nos ha dado la vida, no para malgastarla, sino para disfrutarla, para ser felices y hacer felices a los que nos rodean. Amén. Así sea.