En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.» (Mateo 11,25-27)
Si observamos despacio, Jesús solía rezar con frecuencia, dirigiéndose al Padre Dios, y casi siempre hacía una oración de gratitud, como la que podemos leer más arriba en el texto del evangelio de San Mateo.
Nosotros,
muchas veces cuando rezamos lo hacemos para pedir y pedir cosas porque tenemos
un problema o necesidad de algo. A
imitación de Jesús, tenemos que practicar también la oración de
agradecimiento pues en la vida es muy importante ser agradecido. Dar gracias a Dios porque a través de
nuestros padres nos ha dado la vida y nos la mantiene cada día. Dar gracias a Dios por nuestra familia y nuestros
amigos con quienes compartimos tantas cosas, alegrías y penas. Gracias a Dios
por la Naturaleza, que nos alimenta produciendo todo aquello que necesitamos
además del aire y el agua, tan imprescindibles para poder vivir. Gracias a Dios por las personas buenas que
pone en nuestro camino y nos ayudan en el camino de la vida: familia, profesores,
médicos, amigos, etc
Si
observamos bien, hay muchas, muchas cosas, por las que debemos ser agradecidos
a Dios que, como Padre Bueno, desea que seamos felices y que hagamos felices a
los que nos rodean.
También
debemos ser agradecidos a las personas que nos rodean. Gracias a
nuestros padres, que nos quieren y se preocupan por nosotros, ayudándonos en
todas las cosas. Gracias a la familia, gracias
a los compañeros de trabajo, gracias a los profes, los amigos, a las personas
buenas que ayudan a los demás. Gratitud también por la naturaleza, por las
plantas, los animales, el aire, el agua, etc.
Todo es un regalo del inmenso amor de Dios por nosotros. Seamos pues agradecidos, y cuando recemos hagámoslo dando gracias a
Jesús nuestro Señor, a la Virgen que intercede por nosotros, y al Padre Dios
que nos ha dado la vida para ser felices y hacer felices a los que nos rodean.
ORACIÓN
Señor Jesucristo: Enséñanos a ser
agradecidos a nuestro Padre Dios que nos ha regalado la vida para ser
felices. Que también aprendamos a darte
gracias a ti, que nos has hecho a todos tus hermanos y con tu gloriosa resurrección
nos has abierto las puertas de una Vida Nueva, donde esperamos entrar después
de esta vida terrena. Gratitud al Espíritu Santo, que nos trae cada día tu amor y gracia, es decir, tu cariño y tu fuerza. Que también demos gracias a tu madre, la Virgen María,
pues ella viene con nosotros, ruega por nosotros en el camino de la vida.