“En este mundo líquido, es necesario hablar del
corazón. Pero nos movemos en
sociedades de consumidores,… sin mucho tiempo para la interioridad, para el
espíritu”.
“Sólo su amor hará posible una sociedad nueva”, añade el Papa sobre el corazón de Cristo, y añade: “navegamos por la superficie, vivimos corriendo, sin saber para qué, nos convertimos en consumistas insaciables y esclavizados por un mercado al que no le interesa el sentido de nuestra existencia. Necesitamos recuperar la importancia del corazón”.
“En tiempos de la inteligencia artificial, no
podemos olvidar que para salvar lo humano hacen falta la poesía y el amor”.
Lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve
bien con el corazón. En este mundo con tantos ruidos, debemos aprender a
escuchar, y solo se escucha bien con el corazón.
El amor de Cristo, que nos amó primero y se entregó
por nosotros, nos está pidiendo que también nosotros amemos y nos entreguemos a
los demás. El corazón de Cristo te dice: VEN, SÍGUEME. Él te envía a derramar
el bien, te llama a una vocación de servicio.
ORACIÓN: Señor Jesús, enséñanos a sentir y gustar
internamente que Tú nos amaste y nos sigues amando. Tu amor es fuente de energía y alegría para
nuestras vidas. En este mundo líquido,
que está fluyendo constantemente, donde faltan principios y valores sólidos y firmes, que no nos dejemos arrastrar por el
consumismo y por el mundanal ruido.
Enséñanos a vivir enraizados en tu corazón, en tu amor, para llenar así
nuestras vidas de sentido y felicidad.
Que tu Amor nos impulse a amar y
servir a nuestros hermanos, para hacer un mundo más fraterno, más justo y
hermoso, donde todos vivamos como hijos de nuestro Padre Dios. Amén. Así sea.
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