INOCENTES

“Después que los Magos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma contigo al Niño y a su Madre y huye a Egipto,… porque Herodes busca al Niño para matarle.  Así hizo José, tomó de noche al Niño y a su Madre, y se refugió en Egipto, estando allí hasta la muerte de Herodes”.

(Mt 2, 13-15)

Una vez más recordamos a los SANTOS INOCENTES, recordamos a tantas personas que, como los niños de Belén, son víctimas inocentes de guerras, violencias, enfermedades, hambre,...
Al igual que el Niño Jesús, tienen que huir, tienen que refugiarse en otros países para poder sobrevivir.

Especialmente este año 2015 lo hemos visto en el drama de los refugiados sirios que huyen de la guerra de su país de la violencia religiosa de los odios,… ¡¡cuánto dolor inocente de pequeños y mayores, de familias enteras!!!!

Mientras que en los países occidentales, en los ricos países árabes y en otros muchos lugares del mundo se vive en abundancia y opulencia, muchos se mueren de hambre, de enfermedades, de soledad, de abandono,…

Debemos tomar conciencia que el DÍA DE LOS INOCENTES es cualquier día del año.  ¿Qué hacemos por ellos?, ¿qué hago yo por ellos?, ¿qué podemos y debemos hacer por estas personas?... al fin y al cabo, son hermanos nuestros, pues todos somos hijos de Dios, como nos enseñó el NIÑO DE BELÉN.

ORACIÓN: Señor, al recordar un año más a los SANTOS INOCENTES, te pedimos que nos enseñes a tomar conciencia del sufrimiento humano, que el corazón no se nos quede desentendidamente frío y duro.  Danos un corazón humano, para amar y servir a todos como hermanos. Que unidos a las personas buenas, que son muchas, sepamos ser solidarios para ayudar y querer a todos, especialmente a los inocentes. Que en todos los que sufren: refugiados, enfermos, ancianos en soledad, familias rotas,… te veamos a ti huyendo a Egipto con María y José. Amén.