“Hacer todo
como si sólo dependiese de mí, pero siendo humilde y reconociendo que todo está
en las manos de Dios” (San
Ignacio de Loyola). “Si el Señor
no vigila la ciudad, en vano la guardan los centinelas, si el Señor no
construye la casa, en vano trabajan los albañiles,… El Señor da el triunfo a
sus amigos mientras duermen” (Salmo
126)
Hoy, 5 de Marzo de 2016, es
el 5º aniversario de rezandovoy.org donde cada día nos facilitan el encuentro con
el Señor a través de la oración. Unas 350.000 descargas tiene cada día esta
web. Para todo este equipo, liderado por
el jesuita Josemari Rdz. Olaizola, vaya mi GRATITUD y ENHORABUENA.
Además de la oración diaria a través de internet para personas mayores, también elaboran una ORACIÓN INFANTIL semanal para los más pequeños que merece todos los elogios. Como usuario de ambas, mi AGRADECIMIENTO por todo ello
Además de la oración diaria a través de internet para personas mayores, también elaboran una ORACIÓN INFANTIL semanal para los más pequeños que merece todos los elogios. Como usuario de ambas, mi AGRADECIMIENTO por todo ello
Como nos enseñó San Ignacio
de Loyola, el ser humano debe poner todo lo que pueda de su parte para que las
cosas vayan bien, hay que trabajar con esfuerzo y creatividad, como si sólo
dependiese de mi, pero,…. Pero sabiendo
que todo está en las manos de Dios, por lo que es necesario REZAR con HUMILDAD
y ESPERANZA.
El Salmo 126 nos lo dice de
una forma muy clara: “El Señor da el triunfo a sus amigos
mientras duermen”. De aquí lo importante de ser amigo de Dios, de SINTONIZAR
CON Él, a través de la oración de cada día.
Rezar no es sólo pedir
cosas, y decir cosas, para rezar debemos escuchar el corazón, escuchar lo que Dios
me dice en el interior. Rezar
no es decir palabras sin más, sino decirlas con sentimiento, con fervor y
devoción, rezar
es hablar con el corazón, desde el interior, unas veces hablando a Dios, y
otras veces escuchando lo que Él me dice.
ORACIÓN: Señor, enséñanos a rezar es
decir a hablar contigo como un amigo habla con otro amigo, hablando desde el corazón, con sentimiento, con fervor y devoción.
Enséñanos a sintonizar contigo, que
no solamente te pida cosas, que también sepa darte gracias por todas las cosas buenas que me regalas cada
día. Además, Señor, enséñame también,
que rezar es escucharte, escuchar lo
que tu me dices en el interior, en el corazón, que yo sepa escuchar lo que
siento, lo que tu me dices por dentro deseando que yo responda y sea feliz.
Gracias, Señor.
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