martes, 18 de julio de 2017

ABRE TUS OJOS PARA VER LO BUENO

Un misionero, hombre bueno, se enfadó con Dios, porque a su alrededor veía mucha pobreza y miseria en el país donde había ido a vivir. ¿Qué haces, Señor?, ¿por qué no arreglas este mundo?... y así, protestando contra Dios, se quedó dormido,…  entonces soñó que Dios le hablaba. ¿Cómo que no hago nada para arreglar el mundo?!!, le dijo Dios,… Para hacer un mundo mejor,… hice algo importante,… ¡TE HE HECHO A TI!!!
Con frecuencia apenas nos damos cuenta de las cosas que nos rodean. Tenemos los ojos abiertos, sí, pero no vemos, no nos damos cuenta, andamos un poco cegatos. Por ejemplo, en el mundo hay muchas cosas malas, muchas personas que hacen daño, pero también hay muchas personas buenas,… ¡¡muchas!! Que hacen cosas maravillosas: ayudan a los necesitados, son artistas, investigadores, magníficos padres y madres en sus familias, excelentes mecánicos o maestros,… ¿a que hay muchas personas buenas?
Abrid los ojos, tenemos que aprender a darnos cuenta de las personas buenas que están ahí con una actitud positiva, constructiva, animadora, cordial y cariñosa,…  ¿agradecemos a Dios la presencia de estas personas buenas, gracias a las cuales el mundo sigue adelante cada día?
Debemos aprender a mirar con el corazón, a fijarnos,  no en las apariencias, en los que salen en la tele todos los días con mucha fama y parafernalia,… Hay que aprender a mirar dentro, al corazón,… y así descubriremos que vivimos en un mundo de personas excelentes, sencillas y buenas, que hacen continuamente cosas buenas: nuestra familia,  simples trabajadores: panaderos, policías, enfermeras, vendedores,…
Sin abrimos los ojos, y miramos con detenimiento, veremos que hay muchas, muchas personas buenas, que de maneras diversas hacen cosas maravillosas, ¿nos damos cuenta de ello?, ¿agradecemos lo que hacen?. Y yo,… ¿qué estoy dispuesto a hacer?
En la vida debemos ir con los ojos bien abiertos.  Un ojo bien abierto para que no nos engañen, debemos estar atentos, ser listos,… pero también debemos abrir el otro ojo, para ver a las personas buenas, y para ver a las personas necesitadas, y ayudarles de corazón. ¡¡Hay que abrir los ojos para mirar al mundo con amor!!!!

ORACIÓN. Señor, muchas veces nos fijamos en las cosas malas del mundo: guerras, enfermedades, miserias….  Hay muchas personas violentas, corruptas, que engañan y roban,… Todo eso es verdad. 
Pero también hay muchas personas buenas que aman, trabajan, ayudan, quieren a sus familias, cuidan a los necesitados,… Si mirásemos bien veríamos que hay más personas buenas que malas, aunque estas últimas hacen más ruido. 
Señor, enséñame a mirar el mundo con amor, sumándome a las personas buenas, desde la mamá que prepara la comida hasta el misionero que vive con los más necesitados de un país pobre. Señor, enséñanos a mirar con el corazón y a sumar nuestros esfuerzos, para construir un mundo más justo y fraterno, más humano y más divino. Amén. Así sea. 

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