Por una parte, en este Domingo del DOMUND
recordamos a los misioneros que están en los lugares más difíciles,
compartiendo con los más necesitados, haciendo presente la FE y el AMOR de
Cristo entre los pobres de la Tierra.
Procuremos rezar por ellos, y ayudarles en sus proyectos solidarios con
nuestras aportaciones económicas.
Recordemos las palabras del Papa
Francisco para esta jornada:
La misión de la Iglesia no es la propagación de una ideología religiosa, ni tampoco la propuesta de una ética sublime. Muchos movimientos del mundo saben proponer grandes ideales o expresiones éticas sublimes. A través de la misión de la Iglesia, Jesucristo sigue evangelizando y actuando; por eso, ella representa el kairos, el tiempo propicio de la salvación en la historia. A través del anuncio del Evangelio, Jesús se convierte de nuevo en contemporáneo nuestro, de modo que quienes lo acogen con fe y amor experimentan la fuerza transformadora de su Espíritu de Resucitado que fecunda lo humano y la creación, como la lluvia lo hace con la tierra. «Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable» (Exhort. ap. Evangelii Gaudium, 276).
La misión de la Iglesia no es la propagación de una ideología religiosa, ni tampoco la propuesta de una ética sublime. Muchos movimientos del mundo saben proponer grandes ideales o expresiones éticas sublimes. A través de la misión de la Iglesia, Jesucristo sigue evangelizando y actuando; por eso, ella representa el kairos, el tiempo propicio de la salvación en la historia. A través del anuncio del Evangelio, Jesús se convierte de nuevo en contemporáneo nuestro, de modo que quienes lo acogen con fe y amor experimentan la fuerza transformadora de su Espíritu de Resucitado que fecunda lo humano y la creación, como la lluvia lo hace con la tierra. «Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable» (Exhort. ap. Evangelii Gaudium, 276).
LA MISIÓN TAMBIÉN ES COSA NUESTRA, también
yo, y cada uno de nosotros, debemos ser misioneros, colaborar en la MISIÓN DE
CRISTO, que desea llevar el Amor de Dios al corazón de todas las personas. Muchas veces la misión no está en países
lejanos, sino a nuestro alrededor, donde debemos colaborar y ayudar en la
MISIÓN DE LA IGLESIA: catequesis, "caritas", ancianos, enfermos,… ¿Me siento misionero de Cristo?, ¿colaboro en la misión y tarea de la Iglesia?, ¿doy testimonio de Fe y Amor entre los que me rodean?. ¿Qué he hecho hasta ahora por Cristo?. ¿Qué puedo y debo hacer en adelante por Cristo?
ORACIÓN: Señor, al celebrar un año más
el domingo del DOMUND te pedimos por los misioneros, por aquellas personas que,
movidas por la FE EN TI se comprometen a servirte en los lugares más difíciles
de la Tierra. Señor, bendíceles en la tarea que
has encomendado a cada uno de ellos. Que sientan tu Cariño y tu Fuerza.
También te pedimos por todos nosotros,
para que seamos VALIENTES, y nos sintamos misioneros. También a nosotros nos das la misión de SER TUS TESTIGOS, la misión
de hacerte presente en el corazón de las personas que nos rodean: familiares,
amigos, vecinos,... Señor, ayúdanos a ser valientes y testigos tuyos en
medio de este mundo que tanto necesita tu Amor Gracia. Virgen María, ayúdanos
a seguir y servir a tu Hijo a colaborar en la Misión de Cristo. Amén.
