miércoles, 22 de junio de 2022

MENTE DESPIERTA Y,... BUEN CORAZÓN.

En cierta ocasión dijo Jesús a sus discípulos: “Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, astutos como serpientes, y sencillos como palomas”. [Mateo 10, 16]

Vivimos en un mundo donde hay muchas personas buenas, personas solidarias y fraternas que ayudan y comparten su vida con todos, especialmente con los más necesitados. Ahora bien, también en este mundo hay muchas personas de corazón malo, que se dejan llevar por el egoísmo, son como “lobos”, así dice de ellos Jesús. Personas que roban, matan, se dejan llevar de sus egoísmos y vicios,…  Nosotros vivimos ahí, en un mundo donde hay trigo y cizaña, buenos y malos.

Jesús nos dice que seamos “astutos como serpientes”, es decir, que seamos listos, que tengamos los ojos bien abiertos para que no nos engañen, para que no hagan daño
a nadie.  Más aún, en un mundo con tanta crisis, con tanto dolor, con tanto egoísmo y violencia,… debemos ser “astutos”, tener ideas nuevas, tener creatividad para superar lo malo a base de obras buenas. Hay que ser “astutos”, tener los ojos bien abiertos, la cabeza bien despierta. Soñar y volar, crear y buscar soluciones a los problemas, construir un mundo más justo y fraterno.

Pero además nos dice Jesús, también debemos ser sencillos como palomas, y esto significa que debemos ser personas de corazón bueno, personas que quieren y ayudan a los demás.  Debemos sumarnos a las personas buenas que hay en el mundo, para construir una Tierra mejor. En medio de tanto mal y dolor,, en medio de tantos “lobos”, seamos personas listas, inteligentes, de mente despierta,… con un corazón sencillo y bueno.


ORACIÓN: Señor, al leer y meditar esta frase del Evangelio que tu dijiste a tus discípulos, creemos que también nos la estás diciendo a nosotros: “Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, astutos como serpientes, y sencillos como palomas”. Ayúdanos a tener una mente despierta, a ser listos y astutos como las serpientes, a tener ojos de águila para ver y observar la realidad con prudencia y creatividad.  Pero además, Señor, enséñanos a ser personas sencillas, a ser “buena gente”, de los que ayudan y comparten.  Ayúdanos a ser así, como tú nos dices: astutos y sencillos.  Amén. Así sea