
Muchas
veces nos dejamos llevar por la pereza, el egoísmo, la soberbia,… nos olvidamos
de Dios y pensamos que no tenemos necesidad de ÉL. El mundo nos ofrece cosas y
nos dejamos arrastrar por el brillo de los oropeles, por la vanidad, la
apariencia, el tener y tener más.
Es
necesario detenernos, reflexionar, no caer en las tentaciones. Una frase latina
nos dice: NOSCE TE IPSUM. “Conócete a ti mismo”. Debemos mirar hacia
dentro de nosotros, conocer nuestro interior, nuestras limitaciones, nuestra
necesidad de sentido y felicidad.
En
esta 2ª semana de Adviento, con la vela morada se nos invita a CONVERTIRNOS, a SUPERARNOS, a CONOCER
NUESTRO INTERIOR. No nos dejemos arrastrar por los engaños
“bajo apariencia de bien”, pero engaños al fin de cuentas. Busquemos a Dios por
encima de todo, llenemos nuestra vida de sentido y felicidad.