Una vez más rechazamos a los pobres que llaman a las puertas de Europa. Durante siglos Europa ha colonizado y explotado los países africanos, y ahora cierra las puertas a los pobres de esos países que huyen del hambre, la miseria, las enfermedades,… ¿Por qué no podemos acogerles y ayudarles?, ¿Por qué?. ¿Es la nuestra una sociedad de "progreso" o de embrutecido retroceso??
Europa, y más concretamente España, está envejeciendo. La
natalidad bajo mínimos y faltan trabajadores bien preparados en muchas
profesiones: carpinteros, conductores de camiones, en la construcción,
enfermeros y médicos en los hospitales,… Si a estos jóvenes que llaman a las
puertas de España les acogiésemos y les ayudásemos a prepararse, seguro que
serían excelentes profesionales que contribuirían al progreso económico y social
del país.
HAY QUE ACOGERLES, LEGALIZARLES Y AYUDARLES A FORMARSE PROFESIONALMENTE. Sería bueno para ellos, pobres explotados y humillados, y también sería bueno para todos. Tenemos que superar los miedos y llevar adelante una política de acogida, donde estos jóvenes migrantes, africanos, latinoamericanos o de otros países, se integren adecuadamente, sin discriminación alguna, y con las ayudas necesarias para su formación e integración profesional. ¡¡¡Nos iría mucho mejor a todos!!!!
Recordemos el primer artículo de los derechos humanos de
la ONU: Todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
¿Dónde
está el comportamiento fraterno en este rechazo brutal con muchos muertos y
heridos entre los emigrantes africanos que hemos visto en la frontera de Melilla? Nos estamos embruteciendo y sólo
pensamos en nuestra sociedad de bienestar, de “progreso” consumista y
derrochador. ¡¡Qué pena de sociedad occidental!!. Más que una sociedad de "progreso" es una sociedad en "retroceso".
Quiero hacerme eco de una parte del escrito de José Luis
Pinilla s.j. sobre esta tragedia brutal con muchos muertos y heridos en
Melilla.
27.06.2022 | José Luis Pinilla Martin s.j.
Son muchos los datos, las informaciones, los ecos que se
están produciendo estos días a propósito de los gravísimos sucesos acontecidos en el puesto
fronterizo de la valla de Melilla en el que los muertos ya se cuentan por decenas y
los heridos por centenares. No quiero que sea un episodio más en la
gestión de flujos migratorios. No. Ni es normal que sucedan estas muertes. Ni
son ajenas. Ni es normal la represión tan dura de las fuerzas policiales que
las provocan . Ni puede ser tildada solo como una actuación excesiva, pero
pasajera para pasar pagina pronto. Y así volver a unas relaciones de España y
Marruecos unidas a la geopolítica con Argelia y el Magreb que se reconduzca
como si no hubiera pasado nada. ¿Solo lamentamos sus muertes? ¡Ah! ¡Tenemos invitados en casa!
Por eso enterremos pronto los cadáveres y los recuerdos. Y en lo pasado pongamos el
acento en la violencia de los migrantes y no en la desesperación de
millones de personas que llaman a nuestra puerta. Dios les ampare.
ORACIÓN