sábado, 28 de septiembre de 2024

HERMANA Y MADRE TIERRA

     El 4 de octubre es la fiesta de San Francisco de Asís, quien en su “Canción de las Criaturas” dice:  Gracias, Señor, por la Madre Tierra, que nos alimenta y sostiene, produciendo frutos de colores y yerbas”.  Gracias a este planeta es posible la vida, también nuestra vida como seres humanos. Sin el aire, el agua, el sol, las plantas, los animales,… ¿acaso podríamos vivir nosotros?. 

Sin embargo con frecuencia oímos hablar de atentados contra la Naturaleza: tala de bosques, sobreexplotación de los mares, contaminaciones de ríos y campos, polución en las grandes ciudades, incendio de bosques, guerras, etc.  Lo que hiere a la Tierra, terminará hiriendo también a los seres humanos, ¿somos conscientes de ello?.   La contaminación del aire, del agua, de los alimentos,… dará paso a nuevas enfermedades en las plantas, los animales y en nosotros las personas.

Cuando los bosques hayan sido talados, los animales domesticados, los mares esquilmados, los aires y aguas contaminados,… ¿seremos más felices los humanos?. ¿Qué pretendemos con nuestro consumo desproporcionado e irresponsable?, ¿nos damos cuenta del daño que estamos haciendo a nuestra generación y a las futuras?.

Como nos dice el Jefe Indio Seathl en su conocida carta al Presidente de los EE.UU. de América:  “Si noso­tros ven­demos a ustedes nuestra tie­rra, ámenla como no­so­tros la hemos amado. Cuídenla, como nosotros la hemos cuidado. Retengan en sus mentes la memo­ria de la tie­rra tal como estaba cuando se la entrega­mos. Y con to­das sus fuerzas, con todas sus ga­nas, consér­venla para sus hijos y ámenla, así como Dios nos ama a todos. Una cosa noso­tros sa­bemos: nuestro Dios es el mismo Dios de ustedes, esta tierra es preciosa para El. Y el hombre blanco no puede que­dar excluido de un des­tino común”. Todos vivimos y viajamos en este Planeta alrededor del Sol, y como parte minúscula del Universo, lo que haga daño a la Tierra nos terminará haciendo daño a los que vivimos en ella. ¡¡CUIDEMOS Y AMEMOS A NUESTRO PEQUEÑO GRAN PLANETA, LA MADRE TIERRA, QUE NOS ALIMENTA Y SOSTIENE LA VIDA ¡!!

ORACIÓN: Enséñanos, Señor, a querer y cuidar la Tierra, regalo de tu inmenso Amor por nosotros, paraíso donde has colocado la vida humana. Que no nos tengamos que arrepentir de comer la ‘fruta prohibida’, es decir, de sobreexplotar y contaminar este Planeta. Nos has dado una inteligencia para dominar la Naturaleza, no para destruirla, sobreexplotarla y contaminarla.  Haznos conscientes de la importancia de cuidar a “la Madre Tierra, que nos alimenta y sostiene”. Danos, Señor, también un corazón para amar y cuidar este lugar donde vivimos, regalo de tu gran amor por nosotros. Amén. Así sea.