ayudar a introducirnos: "No el mucho saber harta y satisface el ánima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente" [1]. El conocimiento es algo necesario, debemos desarrollar nuestra mente como seres humanos, pero ¿basta con esto?. También debemos educar el corazón. ¿De qué vale saber mucho, ser especialistas en determinadas materias, construir sofisticadas máquinas y gigantescos edificios, desarrollar la Inteligencia Artificial, etc, sin vivimos a codazos, en vez de con abrazos?. ¿De qué vale el progreso científico y tecnológico, si vivimos de forma egoísta, sumergidos en guerras y violencias?. Más que compartir nos dedicamos a competir. Hay que educar el corazón!!!
Muchas veces vivimos agobiados por el trabajo, las reuniones, los compromisos sociales,… ¿cuánto tiempo dedicamos a lo que se ama, especialmente a las personas queridas?. Apenas compartimos con nuestros seres más cercanos, rara vez decimos a una persona, que de verdad queremos, con cariño y un gran abrazo: TE QUIERO, TE QUIERO MUCHO.
Debemos educar la
interioridad, nuestro espíritu, nuestros miedos y egoísmos, nuestras
ilusiones y esperanzas, para así relacionarnos desde dentro, desde el
corazón. Una persona puede tener muchos
estudios, ser sumamente erudito y muy competente en su profesión, puede incluso
ser famoso, muy admirado, puede ser un gran deportista, puede tener gran poder
político o económico, etc. ¿De qué le
sirve si es mala persona, si tiene un corazón egoísta, soberbio, incapaz de
amar?
Tenemos que aprender a
descubrir el mensaje de las cosas que nos rodean. Dios habla a través de
todo, pero muchas veces tenemos poca capacidad de escucha. “En todas las cosas interviene Dios para bien
de los que le aman, de los que son llamados según sus designios” [Rom 8, 28]. Escuchar es tarea del corazón, no del oído.
Todo tiene un mensaje de cariño y felicidad para ti, la naturaleza, los juegos
de los niños, la mirada del anciano, los animales, las personas que te rodean,…
Debemos tener sensibilidad para descubrir los mensajes que Dios, a través de las personas y de la creación nos
está enviando continuamente.